#2. Solo el Oro asignado es de tu propiedad y ningún banco puede tocarlo


Este concepto es muy importante, ya que al igual que una casa, solo puedes hacer uso de ella (venderla, alquilarla) si la posees en propiedad.

Lo verás más claro con otro ejemplo.

Imagina que realizas un ingreso en efectivo de 15.000€ en tu banco.

¿Quien es el propietario del dinero?

Ese dinero no está a tu nombre, tu no eres el propietario.

Ese dinero pasa a ser propiedad del banco y el banco en ese momento contrae una deuda contigo que dice que te debe 15.000€.

El banco puede prestar ese dinero o lo que quiera hacer con el, ya que tu no eres propietario de ese dinero, simplemente tienes el derecho sobre esos 15.000€.

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Es más, el banco puede utilizar ese dinero para refinanciarse en caso de quiebra mediante la ley europea de Bail-in (Refinanciación interna).

Esto es así, con el objetivo de evitar el rescate de los bancos en quiebra mediante el dinero de todos los contribuyentes, si no, los propios accionistas, tenedores de bonos, depósitos y clientes.

¿Recuerdas que pasó con el Banco Popular en España o el Banco de Chipre?

Solo la propiedad jurídica del oro te proteje y te permite hacer lo que quieras con el sin que nadie pueda venderlo o prestarlo.

Todo lo anterior no sirve de nada si no contamos con una estrategia de inversión que nos permita ganar consistentemente a largo plazo. Afortunadamente, existe una estrategia que ha funcionado desde hace más de 100 años, que evita la volatilidad del mercado, diluye el riesgo y que te contaré en la página siguiente.